En el abrazo de oso tradicional (así llamado por ciertos miembros de la
familia de los úrsidos, que son quienes mejor lo practican) uno de los
abrazantes suele ser más alto y más ancho que el otro, pero eso no es
imprescindible para aportar la cualidad emocional del abrazo osístico. El
abrazante más alto puede permanecer erguido o curvarse levemente sobre
el más bajo, envolviendo firmemente con los brazos los brazos del otro. El
más bajo de los dos, bien estirado, apoya la cabeza en el hombro o en el
cuello del abrazante más alto, mientras rodea con los brazos (!también con
firmeza!) cualquier zona entre el pecho y la cintura que logre alcanzar. Los
cuerpos se tocan en un apretón fuerte y poderoso, que puede durar entre
cinco o diez segundos o más.
Le sugerimos que emplea autoridad y autodominio para que el abrazo sea
firme sin llegar a ser sofocante. Sea siempre considerado para con su
pareja, cualquiera sea el estilo de abrazo que comparta.
Durante un abrazo de oso, la sensación es más cálida, solidaria y segura.
Los abrazos de oso son para:
Quienes comparten un sentimiento o una causa en común.
Padres e hijos. Ambos necesitan reconfortantes abrazos osísticos a
montones.
Abuelos y nietos. No deje a los abuelos fuera de los úrsidos abrazos
familiares.
Amigos ( esto incluya a los matrimonios y a los amantes, de quienes cabe
esperar que sean también amigos)
Cualquiera que desee decir, sin palabras: "! Eres estupendo!" O " Cuente
conmigo para lo que sea! O: comparto el dolor y la alegría que sientes."
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